Según Roales, (2004)
menciona que es un trastorno de la utilización de la
glucosa por una falta relativa o absoluta de insulina. También se le puede
agregar o denominar como un grupo de enfermedades o síndromes metabólicos
caracterizados por la aparición de hiperglucemia secundaria a defectos de la
secreción de insulina, de la acción de insulina o de ambas. Además aunque la
alteración del metabolismo hidrocarbonato seas la más significativa, no podemos
olvidar que el proceso también afecta al metabolismo proteico y lípido
En este concepto también debemos tener
presente que la duración de la hiperglucemia y su gravedad son los factores más
importantes en la aparición a medio y a largo plazo de complicaciones de muy
diversa índole. Esta afecta de una manera muy universal al organismo y entre
sus manifestaciones clínicas más evidentes tenemos las siguientes: pérdida de
visión que puede llegar a ceguera, afectación renal que puede llegar a
insuficiencia renal terminal que precise hemodiálisis y trasplante renal,
también puede afectar a los grandes vasos que puede condicionar patología tan
importantes como la insuficiencia arterial de extremidades inferiores que
terminaría en la amputación de diversos niveles, cardiopatía isquémica con
infarto de miocardio como manifestación más frecuente, y por supuesto, también
un incremento de la enfermedad vascular cerebral o una mayor incidencia de
enfermedad isquémica intestinal. (Roales, 2004).
Sin embrago el grupo de complicaciones mas prevalentes son las que acontecen en
el sistema nervioso, tanto en el sistema nervioso periférico como en el
autónomo e incluso en el central.
También podemos decir que la diabetes
mellitus se puede considerar como una enfermedad universal, en el sentido de
que ninguna célula de nuestro organismo
escapa de la alteración metabólica. Así, la falta de acción insulínica, sea de
la etiología que sea, inducirá una mala utilización de la glucosa, que dará
lugar a las triada clásica de poliuria, polidipsia y polifagia, pero junto a
estos síntomas puede ir acompañado de manifestaciones puramente catabólicas
como la pérdida de peso, pérdida progresiva de la visión, la aparición de
hipertensión arterial o el dolor isquémico o neuropatico de las extremidades,
las cuales son manifestaciones comunes de la diabetes mellitus. (Guerrero, 2006).
Para Jimenez (2009). La diabetes con o sin tratamiento es una
enfermedad progresiva; es decir existe el control pero no la curación y
dependiendo de la evolución y del grado de control que se consiga de la
hiperglucemia se acelerara el deterioro del diabético, agravando mas su
situación.
El diabético muere fundamentalmente por
sus problemas cardiovasculares centrados en tres procesos, el infarto agudo del
miocardio, el accidente cerebral vascular y en la isquemia de extremidades inferiores. Pero desde que se
inicia el deterioro hasta que llega la muerte, un sin fin de complicaciones
pueden hacer su aparición, lo que supone que con el paso de los años, y
conforme el control metabólico es peor.
Muchas veces la falta de preparación
diabetológica y la mala coordinación de los servicios médicos empeoran la
evolución del paciente.
Conforme se va haciendo mayor el número
de complicaciones, la calidad de vida del paciente va empeorando, a la par que
aumenta el deterioro personal, familiar, laboral y social del paciente.
Tipos
La DM tipo 1.
Para Guerrero (2006), se
define como un déficit absoluto de la secreción de insulina. Suele comenzar
antes de los 40 años de edad, siendo el pico máximo de la incidencia a los 14
años. Las características clínicas de la enfermedad y su diagnóstico diferencial
con respecto a la DM tipo 2.
Existen
dos subtipos de DM tipo 1 que difieren en su etiología, forma de presentación y
frecuencia:
DM tipo 1 idiopática:
En ella no existe evidencia de autoinmunidad y la etiología real de la
enfermedad aún no es conocida. Es heredable, pero no está asociada al sistema
HLA. Hay una insulopenia permanente con tendencia a la cetoacidosis episódica.
Aparece en zonas africanas y asiáticas. Es poco frecuente.
DM tipo 1
inmunomediada: Es la más frecuente de la DM tipo 1. La destrucción de la célula
β es mediada inmunológicamente de forma que aparecen marcadores serológicos
detectables. En el 80- 90% de los pacientes uno o más de éstos están presentes
al diagnóstico:
• Anticuerpos frente a
células del islote (ICAs)
• Anticuerpos frente a
la insulina (IAAs)
• Anticuerpos frente al
ácido glutámico decarboxilasa (GAD 65)
• Anticuerpos frente a
fosfatasas de tiroxina (IA-2 y gIA-2b)
La destrucción autoinmune de la célula β
es más frecuente en pacientes con ciertos alelos del sistema mayor de
histocompatibilidad (HLA).
La DM tipo 2.
Se debe a una resistencia a la acción de la insulina y a un déficit relativo de
la secreción de esta hormona. Por lo tanto, en fases iniciales, se genera una
situación de hiperinsulinismo y, generalmente, hiperglucemia. Es en este
momento en el que puede existir un grado de hiperglucemia suficiente para
causar cambios patológicos y funcionales en diferentes receptores tisulares
(macroangiopatía), pero sin causar sintomatología que permita el diagnóstico
clínico. Durante este periodo asintomático es posible demostrar la alteración
en el metabolismo de los hidratos de carbono mediante una determinación de la glucemia
plasmática basal o de la realización de un test de tolerancia oral a la
glucosa. Por esta situación, en la DM tipo 2, los síntomas comienzan de forma
más gradual que en la DM tipo 1. En fases tardías de la enfermedad, aparece el
fracaso de la célula β con hipoinsulinismo e hiperglucemia.
Diabetes
gestacional. Se
caracteriza por hiperglicemia, que aparece en el curso del embarazo. Se asocia
a mayor riesgo en el embarazo y parto y de presentar diabetes clínica (60%
después de 15 años). La diabetes gestacional puede desaparecer al término del
embarazo o persistir como intolerancia a la glucosa o diabetes clínica. La Organización Mundial de la Salud (2011), es un
estado hiperglucémico que aparece o se detecta por vez primera durante el
embarazo.
Sus síntomas son similares a los de la diabetes de
tipo 2, pero suele diagnosticarse mediante las pruebas prenatales, más que
porque el paciente refiera síntomas.
Etiología
Nocito (2008) afirma que las causa de
esta enfermedad pueden ser las siguientes:
Herencia. Se ha comprobado que esta enfermedad tiene
predisposición familiar, pues casi siempre encontramos antecedentes diabéticos
en los pacientes que la padecen. Se ha visto que casi siempre cuando uno de los
padres tiene esta enfermedad, sus descendientes corren el riesgo de padecerla
en un 40% y cuando son ambos será un 80%, esto aumentará o disminuirá de
acuerdo a las características de vida del paciente.
Obesidad. Es uno de los principales disparadores de esta
enfermedad, ya que encontramos presente hasta en un 90% de los casos.
Estadísticamente se ha comprobado que la diabetes es más común en obesos que
entre personas que conservan un peso adecuado. En los obesos la sensibilidad en
el tejido graso, músculo e hígado a la insulina está disminuida. Además de
predisponer a los pacientes a padecer esta enfermedad, y de ser, disparador de
ésta, es por sí sola un efectivo elemento para desencadenar complicaciones que
la agravan y que en muchos casos acarrean la muerte del paciente. (Guerrero, 2006).
Edad. Es un hecho que la
tolerancia a la glucosa disminuye con la edad y la frecuencia de aparición
aumenta conforme aquella avanza, sin conocer a la fecha la razón.
Exceso de alimentos. Se ha comprobado que la distribución de la
diabetes está condicionada a los hábitos dietéticos de la población, se ha
visto que cuando la población consume una gran cantidad de alimentos ricos en
harinas refinadas, azúcares refinados, alcohol, carne, alimentos procesados,
enlatados, refrescos, etc., es decir la dieta tradicional rica en comestibles
que engordan, lógicamente los índices de diabéticos aumentan.
Estrés. Esta enfermedad se ha visto que puede ser precipitada por
estados de ansiedad y estrés por la vida agitada, cirugía, infecciones, etc.
Infecciones virales. Principalmente los virus de la rubeola y de la
encefalomiocarditis, el cual se ha encontrado con frecuencia, por lo que se
deberá de estudiar con sumo cuidado.
Síntomas
Según el autor Portilla (1991), no si dice que
entre sus principales síntomas de la diabetes se incluyen:
·
Frecuencia en orinar (fenómeno de la "cama
mojada" en los niños).
·
Hambre inusual.
·
Sed excesiva.
·
Debilidad y cansancio.
·
Pérdida de peso.
·
Irritabilidad y cambios de ánimo.
·
Sensación de malestar en el estómago y vómitos.
·
Infecciones frecuentes.
·
Vista nublada.
·
Cortaduras y rasguños que no se curan, o que se
curan muy lentamente.
·
Picazón o entumecimiento en las manos o los pies.
·
Infecciones recurrentes en la piel, la encía o la
vejiga.
·
Además se encuentran elevados niveles de azúcar en
la sangre y en la orina
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